Por la presente la dirección del HIGA AP Junín, desea informar a la población de Junín que está realizando modificaciones en su parquización, basada fundamentalmente en pensar la seguridad de las personas y de las áreas edilicias de la institución, la higiene y la circulación.Sabemos que los árboles y la institución no son nuestros. Sin embargo, sí somos los responsables de lo que con ellos suceda.
Sabemos que los pinos de nuestro hospital son centenarios y es precisamente eso lo que genera el grado de vulnerabilidad de las plantas, además de la especie en sí mismo. En general, los pinos tienen un enraizamiento débil por tendencia a espiralarse o sea no se expenden sino que se anclan al terreno quedándose en una maraña contraída que no garantiza la sujeción del árbol con un crecimiento en altura de jerarquía cuyas ramas adquieren dimensiones suficientes como para aplastar un auto completo, cosa que ya sucedió (y esto sucedió de un pino sano). Asi su densa copa provoca una gran resistencia al viento, en lo que los expertos llaman ‘efecto vela’.
Hasta el momento solo se han generado daños materiales sin tener que lamentar daños humanos. No obstante, sabemos que no debemos esperar a que esto suceda. Cuando la tragedia se produce, todos se preguntan cómo las autoridades no previeron dicha situación. Muchos de estos árboles rodean la guardería y el centro de estimulación temprana.
Al evaluar la mayoría de los ejemplares tienen deterioro de secado del tronco en el inicio del mismo en su unión con el suelo, torcimiento e inclinación de los troncos en sí mismo, fractura de múltiples ramas y algunos que estaban sanos se encontraban lo suficientemente cerca de la estructura edilicia como para generar problemas. De hecho el pino más grande retirado, de aspecto sano, es el que generó el aplastamiento del auto durante la caída de una de sus ramas.
El peso de estos árboles se mide en toneladas y sus ramas en decenas de Kg.
Las agujas de los pinos son un factor de riesgo extra para los problemas frecuentes de obstrucción de canaletas en el edificio generando serios problemas de drenaje del agua de lluvia con las consecuentes filtraciones en el interior de los distintos servicios posteriormente.
Luego los pinos piñeros generan riesgo con la caída de sus piñas, al igual que las araucarias.
Un ingeniero agrónomo evaluó la situación recomendando la tala hace aproximadamente un mes. Lamentablemente no pudimos avisar a tiempo a la comunidad y hoy resultó sorpresivo para todo el mundo. El personal del municipio que trabaja en el tema hace tiempo que se dedican al cuidado de los árboles. Sin embargo, cuidado no debe implicar irresponsabilidad y uno, con dolor, debe saber cuándo terminar una periodo vital que de continuar podría generar nuevos riesgos.
Es nuestra intención y deseo reforestar con árboles, vistosos y fuertes que no impliquen riesgo para la población. El envejecimiento de la población forestal es un riesgo que alguien alguna vez debía reconocer y afrontar la solución antes que se genere el problema.
Pronto estaremos aceptando donaciones de Lapachos, Liquidambares, Robles, Cerezos. Esperamos poder devolver una mejor situación de la que iniciamos.
La dirección. HIGA AP Junín
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